Los cruces ilegales a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México se desplomaron en el año fiscal 2025 al nivel más bajo en más de medio siglo, según datos internos del Departamento de Seguridad Nacional reportados primero por CBS News.
La Patrulla Fronteriza registró cerca de 238.000 detenciones de migrantes que intentaron ingresar ilegalmente al país entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, una cifra que no se veía desde 1970, cuando se reportaron unas 202.000 aprehensiones.
El cambio es drástico si se compara con los niveles récord alcanzados durante la administración de Joe Biden, que enfrentó una crisis humanitaria sin precedentes en la frontera sur: en 2022 hubo 2,2 millones de detenciones, casi diez veces más que las registradas este año.
El "efecto Trump"
De acuerdo con los datos preliminares del DHS, más del 60% de las detenciones de 2025 ocurrieron durante los últimos tres meses del mandato de Biden, antes del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.
Desde su llegada, las cifras cayeron en picada: menos de 9.000 detenciones mensuales, una cantidad que en los años anteriores podía alcanzarse en apenas 24 horas.
En septiembre, la Patrulla Fronteriza registró 8.400 detenciones, un leve aumento frente a agosto (6.300) y julio (4.600), pero aún dentro de los niveles más bajos en más de cinco décadas.
La asistente del Presidente y Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, calificó en X las cifras como el "efecto Trump", en referencia a las políticas migratorias restrictivas de la administración.
El resultado de políticas más estrictas
Analistas coinciden en que la drástica caída en los cruces ilegales responde a la combinación de políticas restrictivas iniciadas bajo Biden y radicalizadas bajo Trump.
Ariel Ruiz Soto, investigador del Migration Policy Institute en Washington, dijo a CBS News que los flujos migratorios comenzaron a descender a mediados de 2024, cuando la administración Biden impuso límites más severos al asilo. Sin embargo, dijo, el gobierno de Trump estableció “una nueva normalidad” en cuestión de meses.
“Las políticas estrictas —tanto en la frontera como dentro del país— han tenido un efecto disuasorio significativo sobre quienes planeaban venir ilegalmente”, explicó Ruiz Soto.
A pocas semanas de asumir su segundo mandato, Trump militarizó la frontera, suspendió el sistema de asilo mediante poderes de emergencia, desplegó miles de soldados y cerró los programas humanitarios creados por su predecesor.
Una de las políticas clave de la administración Trump fue eliminar el conocido como Catch and Release, la práctica de liberar migrantes dentro de Estados Unidos, dijeron a Martí Noticias varios oficiales de la Patrulla Fronteriza entrevistados en febrero.
En lugar de esto, el presidente Trump aceleró las deportaciones y detenciones prolongadas mientras se resuelven los casos migratorios y eso ha enviado un mensaje fuerte y claro a las comunidades migrantes en el sur, añadieron.
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